La subsección La Colmena del Grimorio cubre temas relacionados con la Colmena en general.
La colmena[]
«Las sombras engendran pesadillas que se alimentan de nuestra moribunda esperanza».
La colmena es una maldad antigua e infecciosa. Su aversión hacia la Luz trasciende el odio. Para la colmena, la eterna lucha entre la Luz y la Oscuridad no es una mera guerra, sino una cruzada: la Luz ha de ser devorada para que la Oscuridad reclame el universo.
Lacayo[]
«Las sombras tienen garras».
En el campo de batalla, los lacayos son una plaga feroz y salvaje. Sus cuerpos plagados y retorcidos actúan con una rabia descontrolada. De todos los terrores nacidos de la voluntad de la colmena, ellos son la base.
Acólito[]
«La fe es un arma poderosa».
Sería un error entender a los acólitos como soldados de infantería, ya que la colmena no es simplemente un ejército, sino una fuerza oscura creciente. Es fe y es terror, y su herramienta son los acólitos, monstruos hambrientos por cometer atrocidades que lleven a su ascensión.
Caballero[]
«Levantó la mano y el cohete fue engullido por un muro de sombra».
El caballero, una tremenda fortaleza andante, es el mayor y más ferviente defensor de la colmena. Los siglos de batalla han endurecido las protuberancias óseas de su cuerpo, transformándolas en una armadura tan resistente como el hierro reliquia. Esa defensa se ve reforzada por la magia con la que los caballeros invocan sus escudos de fuerza ardiente.
Ogro[]
«Con su mirada partió la roca. Luego la aplastó y la convirtió en polvo».
Los ogros, abominaciones de carne y rabia que exudan brujería de la colmena, son máquinas de destrucción procedentes de los túneles más profundos de la colmena. La tradición apócrifa insinúa que los ogros, conforme crecen, sufren transformaciones terribles y rituales agonizantes que les proporcionan poder y astucia.
Maga[]
«La única palabra para describir lo que vimos es brujería».
La magas son el escalpelo con el que la colmena disecciona el universo. Son pesadillas de trapo y hueso que se ocultan en la oscuridad y el fuego, diseccionando y experimentando con todo lo que cae en sus garras.
El Enjambre Oculto[]
«Cuidado con las grietas y fisuras de la Luna. Sus sombras esconden un ejército». (Ikora Rey)
El Enjambre Oculto es la línea exterior de defensa de la colmena que bulle cerca de la maltrecha superficie de la Luna, una legión interminable que repele a los intrusos antes de que se adentren en los templos y altares que esconde su fortaleza.
La progenie de Crota[]
«La progenie de Crota extinguirá la Luz de los mundos y la venida de Oryx no conocerá obstáculo». (Osiris)
Heraldo de un negro futuro y liderados por Crota, el campeón de un rey olvidado, estas legiones fueron las que una vez nos desterraron de nuestra propia Luna. Ahora tememos que se estén levantando de nuevo para conquistar la Tierra.
La Sangre de Oryx[]
«Son la sombra de un amo desconocido, los mensajeros de un poder superior a todo lo que hemos combatido hasta ahora». (Maestro Rahool)
Las investigaciones de los cifrados y las runas de la colmena han conducido a los criptarcas a pensar que todas las sectas de la colmena sirven a una gran autoridad. Se teme que la Sangre de Oryx sean los sirvientes directos de este señor oscuro. El nombre de Oryx aparece demasiadas veces en los rituales de la colmena para ser ignorado.
Campeones de la colmena[]
Dile que al círculo interior que sí y no. La exploración inicial de mi escuadra no encontró diferencias apreciables entre la colmena vista en la Tierra y la Luna y la colmena del Acorazado. La misma coloración, el mismo mal aliento y las mismas garras afiladas.
Yo probablemente haya matado ya a miles de la vieja progenie de Oryx... Sé cómo funcionan. Cómo se mueven.
La colmena en el Acorazado se me antoja distinta. Descubrí algunos lacayos que me miraban fijamente. Como si trataran de determinar algo. Nos enfrentamos a un aquelarre de magas, y no paraban de cantar una cancioncilla. Como si luchar contra nosotros fuera parte de un ritual formal, una ceremonia que debían completar.
Como guardián, dominas tu miedo. Debes hacerlo. Ahí fuera, más allá del Arrecife, rodeado de gusanos y podredumbre... vuelvo a tener miedo. Esas cosas aquí parecen antiguas. Como si este fuera su hogar. Como si los alienígenas fuéramos nosotros. Como si fuéramos las presas.
Fragmento de Espectro: La Colmena[]
Eran demasiados. No pude salvar al mío, así que me escondí donde pudiera ser encontrado por otros, en caso de que alguien sobreviviera. Probablemente no pueda volver a la Ciudad. Dejo un sumario de los conocimientos ganados con sangre por mi guardián y su escuadra.
Han geomodificado la Luna y la han convertido en una fortaleza impenetrable diseñada para albergar tal número de criaturas que es impensable que una mente tenga la maldad necesaria para crearlas. ¿Son seres vivos? Se mueven, aúllan, se abalanzan sobre nosotros en oleadas hambrientas. Pero solo veo muerte, decadencia y corrupción, y no vida. Hemos descubierto, muy a nuestro pesar, un conjunto de puertas inmensas. Posiblemente haya más.
Nos enfrentamos a un monstruo altísimo que portaba una espada de oscuridad absoluta. La Luz solo le causaba hambre. Intentamos luchar y caímos. Demasiadas veces para contarlas.
Luchamos todos con valentía, sin duda. Espero que la Luz encuentre guardianes capaces de enfrentarse a esta monstruosidad o me temo que perderemos la Luna para siempre.
Fragmento de Espectro: La colmena 2[]
Cayó por última vez, a las puertas del templo. Cayó y no pude alcanzarlo.
Mi propia Luz titila.
Me llevaron abajo, hacia la oscuridad. Cruzamos hileras e hileras pobladas de criaturas, muchas más de las que creíamos que podían existir. Pasamos criaderos macabros rebosantes de pupas y gusanos repulsivos que se tragan enteros. Vi sus preparaciones para la guerra.
Me siento débil... tan débil.
Me han grapado a una espira para que la inmundicia negra consuma mi Luz. La maga se acerca y empieza a mover sus garras escamosas por mis sistemas, interesada en la Ciudad, en mi fabricación y en lo que he visto. Borro y vacío información tan rápido como puedo. No aprenderán mucho de mí... pero yo los estudio, en constante... dolor.
Siempre dolor.
He visto abismos bajo la superficie que desaparecen en una nada verde. He visto sembradores preparados para la invasión.
Su fuerza no es innata. Viene de otra fuente: algo que corrompe, que distorsiona, que sigue engullendo y nunca está satisfecho.
La maga se aproxima. Su presencia es como un desgarre o un nudo en el mundo. Me dice cosas que olvido de inmediato. Soy demasiado minúsculo para contener la inmensidad y el terror que suponen.
Me apago. No aguanto más.
Con lo que me queda de Luz, comunico a la Ciudad: La Luna nos trae guerra de nuevo. Esta vez quieren la Tierra. Preparaos.
Fragmento de Espectro: La colmena 3[]
"Las pesadillas se arrastrarán por este mundo y las máquinas de antaño permanecerán mudas mientras son testigos de la última Luz de un ocaso sin fin".
Ikora: ¿Y esa tal Ómnigul está aquí? ¿En la Tierra?
Eris: Puedo sentirlo.
Ikora: ¿Por qué?
Eris: Ha abandonado la Boca del Infierno. Nunca había visto tanta actividad en sus cámaras interiores, pero ella ha salido de las tinieblas.
Ikora: No, no... No pongo en duda tus afirmaciones. Te estoy preguntando por qué está aquí. ¿Por qué la Tierra? Por favor, trata de ser clara. No hay tiempo para respuestas vagas y medias verdades.
Eris: Je.
Ikora: Aún sabes reír.
Eris: Diría que ahora me parezco más al Orador...
Ikora: Cada cosa a su debido tiempo. Este no es momento ni lugar para revelarte secretos. Ómnigul. Dime lo que has averiguado. Dime cómo frenarla.
Eris: Puede que no haya forma de parar lo que se avecina. La colmena de la Antigua Rusia, esa tierra inerte... Su ataque al Cosmódromo no es una coincidencia. Arremeten contra la Luz con un propósito. Siempre actúan con un fin.
Ikora: ¿El Estratega?
Eris: Rasputín. Sí. El último recurso frente a la noche.
Ikora: Aún no ha respondido a nuestra llamada.
Eris: Lo sé.
Ikora: Pero parece justo.
Eris: La justicia bastará. La justicia puede salvarnos a todos.
Ikora: ¿Y la colmena?
Eris: Desgarrarán sus ojos, o algo aún peor.
Ikora: ¿Peor?
Eris: Por horrible que sea su naturaleza de hueso y polvo, no podemos negar que poseen una inteligencia eterna.
Ikora: No buscan destruir a Rasputín.
Eris: No sé. La destrucción de Rasputín sería una pérdida irreparable. Pero ¿dicha furia daría paso al final de la colmena?
Ikora: Sucumbiríamos.
Eris: Todos sucumbirían.
Ikora: Ómnigul está aquí por Rasputín.
Eris: Su misión es preparar el terreno.
Ikora: ¿Para Crota?
Eris: Eso podría ser solo el principio. Él no es su único dios.
Ikora: Entiendo. Se lo haré saber a los demás.
Eris: Podría ser demasiado tarde.
Ikora: Entonces necesitas un nuevo ejército.
Eris: Ya cometí antes ese error.
Ikora: Nos salvaste a todos. Tu sacrificio...
Eris: Aún sigo aquí. Mi sacrificio fue...
Ikora: Suficiente.
Eris: ¿Y por eso he de pedirles a los nuevos héroes el mismo sacrificio?
Ikora: Es por ello que nacimos de nuevo en la Luz.
Eris: Mi Luz casi se ha desvanecido.
Ikora: Aprecia la poca que te queda, ya has hecho bastante. No puedo ni imaginar lo que viviste en las tinieblas...
Eris: Para mí es un honor formar parte de los Encubiertos.
Ikora: Nadie lo duda. Pero te ha pasado factura. Tu misión consiste en reunir los datos que necesitamos para ganar la guerra, pero tu propia guerra hace tiempo que ya terminó. Deja paso a otros mejor preparados para luchar.
Eris: ¿Y permitir que mueran?
Ikora: Ninguno de los que recorren estas Torres conoce el miedo. No podemos dejar que Rasputín caiga.
Eris: Entonces debemos detener a Ómnigul.
Ikora: Dos objetivos que parecen ser uno solo.
Eris: Quizá. ¿Entonces me quedo?
Ikora: Me encargaré de que así sea.
Eris: Ojalá tengamos la fortaleza necesaria para enfrentarnos a lo que viene, y recemos para que el resto no venga detrás.
Fragmento de Espectro: La colmena 4[]
Transcripción de una copia robada de los diarios de Toland el Fragmentado (no verificada por ningún criptoarqueólogo)
Si tu Luz es lo bastante fuerte para oír algo en las llanuras mudas, puede que hayas escuchado sus gritos.
Lo que podría parecer un vacío entre sus chillidos contiene otra clave para descifrar sus orígenes. La colmena suplica a sus dioses en un tono, pero usa otro para comunicarse mediante susurros.
Quizá esta sea la clave para su destrucción definitiva, o un puente para descubrir sus deseos. Durante mis investigaciones, sigo esforzándome por relacionar los tonos con su sistema de runas. Ojalá la criptarca Adonna siguiera entre nosotros. Nadie jamás ha superado su maestría.
Cuatro sonidos, a menudo repetidos, pero solo cuatro. Estoy tratando de descifrar un quinto sonido, apenas perceptible en el rumor emitido una vez por el Santuario.
Eir.
Ur.
Xol.
Yul.
Temo que estos sonidos oculten otro de los secretos de la colmena. Quizá vayan más allá de sus dioses, o quizá estén relacionados con ellos. Quizá solo sean palabras de la colmena para designar mundos que ya conocemos, pero yo creo más bien que los usan para invocar alguna clase de criatura. Seres que vivieron una vez o que aún viven enterrados en alguna parte. Seres a los que quizá la colmena deba su propia existencia.
Tengo la esperanza de que los Estrategas tengan más respuestas, que puedan ver más allá de la superficie de los mundos que conocemos. Su promesa de conocimiento sigue siendo el mayor anhelo de cualquier guardián. Aquel que logre superar las barreras de las artes antiguas y hacer que vuelvan a ser los aliados que antaño fueron, nos ahorrará grandes calamidades en el futuro. Y aunque Rasputín parece prometedor, su silencio podría tratarse de un mecanismo de autodefensa destinado a su preservación. Tenemos que demostrarle que estamos de su parte, pero empiezo a dudar de que así sea. A estas alturas, la colmena o la mismísima Oscuridad podrían haberse hecho ya con el control de sus sistemas.
Por otra parte, yo solo soy un anciano temeroso que se aferra a sus miedos de forma irracional.